Traducció

dilluns, 8 de juny del 2015

EL DÍA A DÍA PARA UNA PERSONA CON CÁNCER

El día a día para una persona con cáncer puede sufrir grandes cambios en comparación a como se vivía antes de la enfermedad: la vida gira entorno al tratamiento, las visitas al hospital, y las adaptaciones de horarios y rutinas. Además también se ve afectada por los tiempos de espera de resultados de pruebas médicas, que pueden añadir ansiedad y dificultar el descanso.


Una manera de superar estas complicaciones es disfrutar de los buenos momentos que nos brinde el día a día. Están ahí, aunque la preocupación por el cáncer nos dificulte encontrarlos. Son estos momentos los que, además de aportar un poco de felicidad, nos permitirán olvidarnos por un rato de que estamos enfermos.

Disfrutar de los buenos momentos tiene que ver con cómo los percibimos. Normalmente llevamos un estilo de vida en el que, cuando hacemos cualquier cosa, no somos conscientes de ello: nos levantamos pensando en la ducha. Nos duchamos pensando en qué vestiremos. Nos vestimos pensando en el desayuno. Desayunamos pensando en la jornada que tenemos por delante. Pasamos la jornada pensando en regresar a casa. Y al llegar a casa ya pensamos en el día siguiente. Se nos ha pasado el día sin que nos hayamos dado cuenta.

Pero si hacemos cada cosa concentrándonos en este momento y en lo que nos hace sentir, podremos olvidarnos del resto y vivir este momento como si fuera único:

  • Al despertar por la mañana, estírate. Disfrutando de la sensación que produce.
  • Dúchate pensando sólo en la ducha. Concentrándote en la sensación del agua bajando por el cuerpo, el aroma del gel de baño, etc. No significa que tengas que dedicar más tiempo a la ducha; sólo que el tiempo que le dedicas, aunque sean 5 minutos, te centres en esta actividad.
  • Vístete pensando en cómo irás más cómodo y cómo te gustarás más a ti mismo. De que eres guapo/a no hay ninguna duda ;)
  • Ve a despertar a tu pareja o a los niños con un abrazo. Estarán agradecidos, aunque no siempre te lo digan.
  • Tómate el café cerrando los ojos, lentamente, disfrutando de su sabor y su aroma. Haz de este un gran momento!
  • Empléate en tus actividades (laborales, del hogar, etc) pensando en como ayudas a los demás o cómo te ayudas a ti mismo. Si puedes, ponte música. Y si también puedes, canta con ella.
  • Cuando tengas que hacer algo que no te gusta, piensa en el motivo. Seguro que tiene un sentido hacerlo. La quimioterapia, la radioterapia, etc... son para curarse! Y durante la espera te dan la oportunidad de conocer gente en una situación similar a la tuya, y de compartir experiencias. Incluso puede surgir un grupo de amistad que siga el contacto cuando hayas acabado el tratamiento.
  • El tiempo que se pasa con los demás suele ser muy agradecido. Se puede hablar de cualquier cosa (incluso del cáncer, si apetece) o hacer lo que queráis en aquél momento.
  • Y el tiempo que se pasa con uno mismo también es de los más importantes. Un libro, un cine, un paseo... Lo que quieras, cuando quieras. Sin dar explicaciones a nadie. Es tu momento y tienes derecho a disfrutarlo al máximo. 

Además de vivir cada momento concentrándonos en él (lo que en inglés se llama Mindfulness), ese tiempo no lo dedicaremos a pensar en lo que nos preocupa, porque nuestro cerebro no puede pensar en dos cosas a la vez, y un buen pensamiento siempre echa afuera a uno malo. ¡Pruébalo!




Lograr esta capacidad de disfrutar de las pequeñas cosas cuando se está preocupado -y con razón- por algo muy importante como una enfermedad grave, es algo que requiere tiempo, y al principio puede parecer que no se logrará, o que es demasiado difícil. Pero con la práctica mucha gente lo ha conseguido.

Puedes dejar un comentario explicando cómo vives tus momentos, o con qué cosas disfrutas. ¡Ayudarás a la gente que lee este blog! :)

Joan Salvador Vilallonga
ESPAI DE PSICOLOGIA I SALUT

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